La fiscal general de Arizona, Kris Mayes, ha decidido no proceder con la investigación sobre los comentarios realizados por el presidente Donald Trump en una entrevista previa a las elecciones, en la que criticó a la excongresista republicana Liz Cheney. La fiscalía concluyó que las declaraciones de Trump no cumplen con el estándar legal para ser consideradas una amenaza de muerte.
Días antes de las elecciones, Trump participó en una entrevista con Tucker Carlson en la que calificó a Cheney como una “halcón de guerra” que apoya conflictos interminables sin involucrarse directamente en ellos. Trump señaló:
“Ella es una halcón de guerra radical. Pongámosla allí de pie con un rifle y con nueve cañones disparándole, ¿de acuerdo? Veamos qué opina al respecto.”
Aunque los medios difundieron esta declaración como una amenaza directa, Trump aclaró posteriormente en Truth Social que sus comentarios eran una crítica al historial de Cheney y su enfoque belicista, no un llamado a la violencia.
En una entrevista a principios de noviembre, Mayes admitió haber instruido a su jefe de división criminal para analizar las declaraciones de Trump y determinar si podían calificarse como amenazas de muerte bajo las leyes de Arizona. En ese momento, dijo:
“No estoy preparada ahora para decir si lo fue o no, pero no es útil mientras nos preparamos para nuestras elecciones y mientras tratamos de mantener la paz en los lugares de votación.”
Tras una revisión exhaustiva, la fiscalía concluyó que las palabras de Trump no alcanzan el umbral legal necesario para ser consideradas una amenaza según la legislación estatal. En consecuencia, Mayes descartó cualquier acción legal contra el expresidente.
La decisión de Mayes ha generado diversas reacciones. Partidarios de Trump han acusado a la fiscal de iniciar una investigación sin fundamento con fines políticos, mientras que sus críticos lamentan que no se haya avanzado en un caso que, según ellos, refleja el tono divisivo del expresidente.
Por su parte, Trump continúa afirmando que sus comentarios fueron tergiversados por los “medios de noticias falsas” para perjudicar su imagen antes de las elecciones, en las que obtuvo una victoria aplastante.
Este episodio destaca las tensiones políticas en torno al discurso público y la interpretación de declaraciones controvertidas en el actual clima político polarizado. La decisión de no proceder con la investigación cierra este capítulo, pero subraya los desafíos que enfrentan los fiscales al abordar casos en los que convergen política y legalidad.