Un aficionado al fútbol ha sido vetado de asistir a partidos durante tres años debido a un mensaje publicado en redes sociales. Charles Ogunmilade, de 28 años, realizó una publicación en X (antes Twitter) el 21 de abril de 2023, después de un partido de la Premier League entre el Arsenal y el Southampton, que terminó en un empate 3-3.
La publicación hacía referencia a un disparo fallido por el mediocampista Thomas Partey, en la cual Ogunmilade utilizó un insulto racial para referirse al jugador. Lo llamativo del caso es que Ogunmilade, quien es de ascendencia nigeriana, defendió su publicación en el Tribunal de Magistrados de la Ciudad de Londres, argumentando que su comentario era una broma entre amigos y no un ataque racista.
Ogunmilade afirmó que el comentario fue un mecanismo de afrontamiento frente al racismo real que, según él, está profundamente arraigado en el fútbol. Describió su mensaje como una “broma irreflexiva” realizada tras una conversación privada.
El fiscal Suleman Hussain solicitó una orden de prohibición de asistencia a eventos futbolísticos, argumentando que el mensaje tenía el potencial de incitar al odio racial y fomentar más abusos hacia Thomas Partey y otros jugadores negros.
La magistrada Shaoni Myer impuso a Ogunmilade una multa, tomando en cuenta su admisión temprana de culpabilidad y su buen historial previo. Sin embargo, también consideró necesaria la orden de prohibición debido a la naturaleza pública de la publicación.
Como parte de la sanción, Ogunmilade deberá entregar su pasaporte cada vez que Inglaterra juegue en el extranjero, para garantizar que no asista a partidos internacionales.
Este caso pone de relieve el problema persistente del abuso racial en el fútbol y el papel de las redes sociales en amplificar conductas inapropiadas. Aunque Ogunmilade argumentó que su intención no era racista, el tribunal subrayó que las palabras tienen consecuencias, especialmente en plataformas públicas.
El incidente ocurrió en abril de 2023, pero la policía contactó al tribunal casi diez meses después. Ogunmilade se declaró culpable de utilizar una red de comunicación pública para enviar un mensaje ofensivo y admitió que su acción en redes sociales fue inapropiada.
El fallo refuerza el mensaje de tolerancia cero hacia el racismo en el fútbol y la responsabilidad de los aficionados al interactuar en espacios públicos.