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Cuentapropista multado, amenazado y sin protección alguna

Adrián Rodríguez es trabajador por cuenta propia, titular de licencia de servicio gastronómico en cafetería y vecino de la Calle Concha No. 1124, en el capitalino municipio 10 octubre, denuncia al Observatorio de Derechos Económicos que con fecha 24 de enero le fue impuesta por un inspector de la Dirección Municipal de Trabajo y Seguridad Social una multa ascendente a dos mil pesos cubanos (2 000.00 CUP). La razón:  incumplir las normas higiénico-sanitarias o ambientales vigentes; según refiere el inciso (h) Artículo 7.1. Capítulo II Contravenciones personales y medidas aplicables de carácter general, establecido en el Decreto-ley No. 357 de las contravenciones personales en el ejercicio del trabajo por cuenta propia.

Refiere Rodríguez que al personarse el inspector y decirle el objeto de la multa no pudo creerlo, cuando la cafetería de la cual es el dueño esta siempre impecable: el piso, mostrador, vasos, paredes, todo. Incluso lo invitó a pasar y verificar el estado del local. Pero el inspector, sin mirarle siquiera a la cara, le dice que en la zona hace varias semanas que están presentando problemas con el suministro de agua y como otras cafeterías aledañas (solo 2) no han abierto, no entiende porque él lo hace. Ante esto no tuvo otra respuesta que insultarse ¿Cómo me van a poner una multa sin verificar el estado de higiene del local?

Al día siguiente se personó en la Dirección municipal de Trabajo y Seguridad Social a expresar su inconformidad y, para su asombro, la jefa del departamento le dice que tiene que pagar la multa o se le retira la licencia, y añade que él en otras ocasiones ha sido objeto de requerimientos por esta misma situación. Le explica Adrián que ella esta confundida, que puede estar pensando en otra persona, todo sin resultados favorables, pues incluso casi lo acusa por desacato a la autoridad.

No conforme con esto, al día siguiente se personó en la Dirección provincial de Trabajo y Seguridad Social, así como al Sindicato provincial de Trabajadores del Comercio, la Gastronomía y los Servicios con una carta en la que declaraba todo lo ocurrido y quejándose del mal trato de los funcionarios.

Después de varios días, este cuentapropista sigue sin resolver su situación e incluso tuvo que pagar la multa para no perder la licencia. Se pregunta Adrián, ¿Por qué suceden estas cosas, es justo lo que me está pasando?

Leer en el Observatorio Cubano de Derechos Humanos

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