Los ciclos políticos, independientemente de su orientación, invariablemente atraen a oportunistas de toda índole, y la comunidad cubana no es una excepción a este fenómeno. Durante la administración Trump (2016-2020) y el surgimiento del movimiento MAGA, numerosos individuos, desencantados con el sistema establecido, se unieron a la causa sin una comprensión clara de sus fundamentos ideológicos.
Mientras algunos maduraron políticamente en el proceso, otros exhibieron un descarado oportunismo, transformándose cual camaleones tropicales. Sin el menor atisbo de vergüenza, estos mismos individuos apoyaban candidatos abiertamente SOCIALISTAS apenas una semana antes de las elecciones.
El cuatrienio de Biden, marcado por desaciertos políticos posteriores a las protestas del 11 de julio en Cuba, ha intensificado la polarización ideológica dentro del exilio. Las corrientes que abogan por la libertad y la erradicación del comunismo han ganado predominancia, relegando las posturas izquierdistas a un segundo plano.
La proliferación de más de mil propuestas de transición evidencia el fracaso político de una disidencia socialista que implora espacios democráticos al régimen tiránico, promoviendo por doquier un modelo democrático superficial. En contraste, iniciativas más contundentes han comprendido que el camino hacia la libertad requiere necesariamente justicia y la prohibición categórica del comunismo.
Con el retorno de Trump en 2024, respaldado por un gabinete con notable presencia cubanoamericana, sumado al deterioro económico global del socialismo y niveles de pobreza sin precedentes en Cuba, resulta desconcertante que persistan los mismos proyectos políticos que han acumulado cuatro décadas de fracasos y cientos de millones de dólares desperdiciados.
Actualmente, se solicita colaboración internacional, incluyendo a la nueva administración estadounidense, para perpetuar un modelo socialista en Cuba, para «democratizar» la tiranía comunista y consolidar la imposición de las mayorías sobre las libertades individuales. Se busca apoyo mundial para la persistencia de injusticias y crímenes sistemáticos.
Esta traición no solo es factible sino indispensable para la supervivencia del sistema que nos ha reducido a la esclavitud.