Nick Clegg, presidente de Asuntos Globales de Meta, reconoció que la empresa se pasó la raya al moderar contenido sobre el COVID-19 en sus plataformas. En una conversación con periodistas, también reveló que Mark Zuckerberg, fundador de la compañía, busca tener voz en la futura política tecnológica y de redes sociales del presidente electo Donald Trump.
Según Financial Times, Clegg explicó que Zuckerberg quiere participar activamente en las discusiones sobre el liderazgo de Estados Unidos en el ámbito tecnológico, un tema clave para la nueva administración.
El ejecutivo subrayó que la posición estadounidense en este sector es crucial, especialmente en un mundo cada vez más incierto y con la inteligencia artificial desempeñando un papel determinante en el futuro.
Pero lo que más llamó la atención fue su admisión sobre la censura: “Somos muy conscientes de que los usuarios se han quejado con razón. A veces nos excedimos, cometimos errores y terminamos eliminando o restringiendo contenido que era completamente inofensivo”, reconoció Clegg.
Este reconocimiento llega después de años de críticas a Meta por su control sobre la información en temas sensibles, como la pandemia, donde muchas voces fueron acalladas bajo el argumento de combatir la desinformación.