“Llegará el día en que será necesario desenvainar la espada para decir que el pasto es verde”, decía Chesterton. Ese día ha llegado.
La congresista republicana de Carolina del Sur, Nancy Mace, enfrenta una ola de ataques y amenazas por su postura firme contra el uso de los baños femeninos en el Capitolio por parte de personas transgénero con genitales masculinos. Este debate ha escalado tras el anuncio de Sarah McBride, una mujer transgénero, como candidata demócrata y posible primer miembro transgénero en el Congreso.
Una postura clara ante una situación compleja
Mace presentó una resolución legislativa esta semana para prohibir que hombres biológicos utilicen baños femeninos en el Capitolio. Argumenta que esta medida es crucial para proteger los derechos y la privacidad de las mujeres, especialmente en espacios sensibles como los vestuarios.
“No voy a tolerar que alguien con un pene esté en el vestuario de mujeres“, expresó Mace en una entrevista con News Nation, dejando clara su posición. Además, compartió que las amenazas de muerte no la harán retroceder: “Están amenazando con matarme por esto. Los hombres que quieren usar los baños de mujeres están amenazando con matarme”.
Una lucha desde la experiencia personal
Como sobreviviente de violación y abuso, Mace señala que compartir un baño con una persona con genitales masculinos sería un “detonante” para ella y para muchas otras mujeres en situaciones similares. “Como mujer, uso el gimnasio del Capitolio, y si aparece un hombre con genitales masculinos, eso no está bien”, afirmó durante la entrevista.
En sus redes sociales, reiteró su compromiso de no quedarse callada:
“No me importa. Voy a redoblar mis esfuerzos y no me quedaré callada porque algún hombre me lo diga.”
Un llamado a defender los derechos de las mujeres
Mace destaca que el feminismo progresista está fallando en proteger a las mujeres, especialmente a las víctimas de violencia, al permitir que hombres biológicos usurpen su identidad y vulneren sus espacios. Para ella, es el movimiento conservador quien ahora lidera la lucha por los derechos de las mujeres, desafiando al Partido Demócrata, al cual acusa de ser incapaz de responder qué define a una mujer.
Esta batalla, según Mace, va más allá de la política tradicional. Es una lucha por preservar la privacidad, la seguridad y los derechos fundamentales de las mujeres frente a una ideología que busca ignorar estas realidades.